Las licencias y permisos son esenciales para la mayoría de obras, pudiendo multarte si no consigues los necesarios para tu proyecto. Dos de los más importantes son el ICIO y la licencia de obra. Te mostramos en qué consisten y cuáles son sus diferencias.
¿Es lo mismo el ICIO que la licencia de obra?
No, la principal diferencia es que el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras) es el impuesto municipal que se debe pagar por haber realizado una obra, mientras que la licencia de obra es el permiso administrativo necesario para realizar dicha obra, construcción o instalación.
Son conceptos diferentes pero relacionados, ya que el ICIO se paga por las obras que requieren una licencia, pero abonar el impuesto no sustituye a la necesidad de obtener el permiso.
Diferencia entre ICIO y licencia de obra
La diferencia principal radica en que el ICIO es un impuesto municipal que se aplica a la ejecución de obras, instalaciones y construcciones dentro del término municipal, mientras que la licencia de obra constituye la autorización administrativa necesaria para poder llevarlas a cabo.
El ICIO recae sobre el titular de la obra y tiene como finalidad contribuir a la financiación de los gastos municipales derivados del desarrollo urbano. En cambio, la licencia de obra exige la presentación de documentación específica y el pago de tasas establecidas por el propio ayuntamiento.
Exenciones aplicables al ICIO y no a la licencia de obra
El ICIO contempla determinadas exenciones obligatorias que no se aplican a la licencia de obra. En concreto, están exentas:
- Las obras promovidas por las Administraciones públicas.
- Las obras realizadas por la Iglesia católica.
Además, aunque se trata de un impuesto de ámbito nacional, cada municipio puede establecer bonificaciones específicas en su ordenanza fiscal. Para conocer los requisitos y beneficios aplicables en cada localidad, tocará consultar la sede electrónica del ayuntamiento correspondiente.
